Nelismo



La noche anterior había sido sin luna. Y en esa noche habría querido sacarse tanto autobús del cuerpo.
Divisaba las siluetas de construcciones pequeñas y bajas. Algún árbol. Y un bloque de piedra con una indescifrable pero segura figura sagrada.
Los sonidos eran extraños y escurridizos.
Había llegado a uno de esos pueblos donde la electricidad abandona los hogares cuando rondan las siete u ocho de la tarde. Y quizás, por eso, esperó a que amaneciera dormitando apenas, y cubierto con las pocas prendas que traía en su mochila para apaciguar el frío.
El misterio lo lleno de sueños.


Otro mundo.

Con el día, aquel poblado mostraba al Mago su identidad: olores, miradas. El pavimento gris dando cierta monotonía pero con las gentes coloridas volviendo más que vivo el paisaje.
Le resultaba increíble pensar que eso siempre estuvo allí. Aún antes de que pensara, siquiera, en realizar el viaje, que ya sumaba unos cuantos años.


De a ratos pestañaba fuerte queriendo quitarse la sensación de perder el foco en la mirada. Pero aquello le resultaba imposible... comenzaba a abstraerse...a escucharse adentro. Allí, la herencia de otro mundo le aturdía los sentidos. Quería saber. Comprender. Necesitaba datos certeros. Seguridad científica. Le resonaba el ruido de autos. El atropello de la ciudad que le había "vendido" una realidad absoluta. Pero he aquí que aquel mundo lo interrogaba directo a los ojos. Y esta vez, él, desconocía las respuestas.


De repente una voz lo sacudió. No era casual...no. La femenina melodía parecía un susurro de la tierra y le cantaba a él. Solo a él.
Después de un momento el Mago comprendió que aquella melodía lo había conducido a lo largo de su vida. Cada camino había sido tomado para oirla con mas claridad. Un dulce canto que al fin era limpio. Claro. Real.


Recorriendolo entero, acarició por dentro y por fuera aquel cuerpo cansado. Le regaló mucha calma y le aclaró la mirada.

Latían al unísono cuando el viajero al fin abrió su boca. Las palabras se fusionaron con la música y así nació una nueva canción.


Algunos niños traviesos gustaban de oir a escondidas al viajero que cantaba sobre otros lugares y otros tiempos. Lo bailaron entre risas. Lo festejaron.


Los mayores del pueblo no creían en la locura. Y observaban con disimulo los bailes de aquellos niños que reafirmaban la magia de la cultura que viaja. Que va y vuelve como las estaciones. Como las cosechas.

9 comentarios:

  1. :)

    "Pero he aquí que aquel mundo lo interrogaba directo a los ojos"
    "acarició por dentro y por fuera aquel cuerpo"

    ¿No serás la Maga de Rayuela, vos?
    Algunos nos dimos cuenta de que estos relatos son conjuros para fabricar pájaros.

    te abrazo.
    musa rella

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  2. algo asi decia: ... cierta vez, cuando arrastraba lo poco que me queda de alma, sin rumbo certero, viendo que ya no podia tenerme en pie, devenidas a angeles guardianes improvisados por la situacion apremiante de ver a un sujeto en mi estado, al susurro de "nosotras te cuidamos", dos pequeños seres me dieron un fugaz instante de paz y seguridad, sentimientos ajenos desde siempre en mi mustia existencia... he aqui a una de ellas, acariciando esa poca de alma con sus palabras, llenas de inmensidad (ella es inmensa)... gracias prima, sepa que usted tiene una sucursal en mi alma... hermoso...

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  3. magos? magas? La Maga? Cuánta magia! Gracias hermaneta bella por tanta palabra conmovedora!

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  4. Musa! La Maga abrió puertas jugando a la Rayuela... varios nos encontramos como contentos por aquel maravillo mundo... shhhh
    los pájaros despliegan alas...
    Primito: gracias por compartir... su alma continúa intacta...
    Hermaneta: seguimos cerquita...intercambiando palabras y ojos y guisos y risas y brindis y ...
    Besos y abrazos a los tres!!!

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  5. Que lindo escribis hermanita!

    ..::El Borreg::..

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  6. Resbalan por los adoquines, tus carruajes del Tiempo. Serpean hechizando atlanticos caminos y trepan orondos el Cantabrico enhiesto. Reptan elocuentes tu prestada Iberia y se deshacen en verbo y mimo latente.
    Mi maquina, mi pobre maquina, ya no tiene acentos. Ni de los unos, ni de los otros.
    Y mas alla de todo, desde aca tu perennemente cercana tierra, extraña el resbalar de tus sandalias, por el muy nuestro Oeste.
    Ese que corre y recorre el Sarmiento y sobre el cual se escriben lineas como las que siguen:
    "Sentado en el septimo vagon de esta iglesia, soporto el sermon. Que zaranda de Sarmiento a la hora del apoyo Universal!!...Duro y pajero!!"
    Nutrite y disfruta de esa España que te abriga, aca siempre vamos a estar los amigos, si tu retorno se hace tactil.
    Besos, Dan!!
    Marcelo De Biase

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  7. Hermaneto lindo! que emoción encontrarte aquí leyendo! besos besosss

    Y Marcelo... amigo.. cuánta deuda de abrazo contigo!... mis sandalias extrañan, también...
    y mi pie en algún parque con ritual de mate...

    solpo pa´l Oeste mi abrazo fraterno con todo el cariño intacto ...
    gracias x pasar por aquí y dejar huella con aroma a tierra... mis cariños, paisa

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  8. los que contamos cuentos mágicos, con el cuerpo y la mente, iluminamos caminos... somos esa tenue luz en lo profundo de la mas negra oscuridad. y en ese trocito de luz, se encuentra el mundo de colores del que se sale a buscar hermosas melodias...interiores.
    me veo en esto... claramente... amo el inconciente colectivo!!! un placer conocerte!! andrés.

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  9. y de ahí que nos cruzamos, nos reconocemos, nos abrazamos y seguimos... con el dulzor del camino en común...
    hasta pronto, Andrés! lindo encuentro...

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