Parto vegetal y lunático. Placer de quietud. Latido mudo, ciego... acaso sordo, no lo sé. La oscuridad camufla mi ropa multicolor, ésa que arrastro de otras vidas. Y el sueño de hormigas relentiza la fotosíntesis a realizar.
La vida, milagro natural, me convierte en semilla. Arriba, la luna nueva y aquí, esta especie de lengua, llenándose de rocío, limpiándose la tierra, aplacando la sed de más.
La Luna anuncia un mañana de mutaciones. El sabor de esta noche, un eco de fruta antigua. Dormiré abrazada de tierra. Abajo...bien
abajo.
Lejos de estar muerta...lejos de estar dormida...estoy palpitando tranquila...esperando el momento...casi lista para mutar.
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