Acción-Reacción

Si te pido que soples mis pelusas, hacés una morisqueta para que me las sacuda solita por las carcajadas. Si te pido que me ayudes a volar,  hacés sonar una melodía fantástica que me eleve por los aires perdiendo así, la gravedad de cualquier asunto. Si te pido un beso me das lo que te quedó de miel en la lengua después de un trago de té. Si te digo que perdí los sueños me mostrás tu ventanal. Si te pido respuestas, te quedás en silencio. Si te pido más, llorás. Si te pido menos, te vas.