InterNada


Mi alma
rejuvenece
a medida que este cuerpo se desgasta.
Nadie lo sospecha:
nací vieja, con otras vidas atragantadas.
Las vomité una por una y viví mi juventud
con resaca.
Un día,
exhausta, me encontré vacía:
con el adentro marcado... pero sin nada.
La vida me besó en la boca. Y la muerte susurró que volvería.
He aquí renacida: con el puño cerrado y el tercer ojo en calma.

4 comentarios:

  1. Que preciosa invitación al constante renacer interior has escrito. Me encantó.

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  2. Qué gran invitación a renacer, a recontruirnos, propuesta aceptada!

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  3. el tercero ojo busca un equilibrio tranquilo...
    y ya tenemos provas que esta conseguindo :)

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  4. Click, el ida y vuelta me alegra el pulso. Saludos y gracias por la visita.

    Aldu...respiramos! ;)

    Fadinha, maestra profunda...gracias por tus eternos guiños..

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